Los Pimientos de Piquillo de Lodosa, oro rojo de Navarra
Si acercamos la oreja en cualquier conversación que tenga que ver con la tradición gastronómica de Navarra, muy raro sería no escuchar nada acerca de los famosos pimientos de piquillo. Este tipo de pimiento se considera una auténtica delicia dentro y fuera de la comunidad, y prueba de ello son las infinitas recetas en las que siempre será el máximo protagonista.
Ya sea para disfrutar de su estupendo sabor o para acompañar otros alimentos consiguiendo una fusión de sabores casi imposible de describir, el pimiento de piquillo es sinónimo de la cultura del tenedor en toda Navarra. Sin embargo, es posible que una localidad se desmarque de las demás: estamos hablando de Lodosa, uno de los tantos pueblos del Valle del Ebro.
Allí, el que disfrute de la buena mesa tiene la oportunidad de deleitarse con el auténtico sabor de la tierra. Pueden considerarse afortunados aquellos que se dejen seducir por el olor y el sabor de un buen pimiento fresco, pues no hace tanto (allá por la década de los 60) este tipo de verdura sólo se producía para el consumo propio. Hoy, afortunadamente, se sirve en la mayoría de restaurantes de la comunidad.
Eso sí, no hay que dejarse engañar por la abundancia en una determinada zona, sino que hay que buscar la manera tradicional de recoger, cocinar y servir el pimiento, auténtica seña de identidad de este regalo para el sentido del gusto.
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